30 de mayo de 2014

La ciudad de Lucca en fotos

Con esta entrada quiero enseñaros la primera ciudad en la que trabajé como au pair y de la que ya hablé por encima en Mi primera experiencia au pair: Lucca, en plena región de Toscana (Italia).

Sin embargo, no quiero ser repetitiva respecto a lo que ya está escrito en las guías de turismo e internet, por lo que he optado por dar unas pinceladas acerca de los puntos más llamativos de la ciudad para animar a todo aquel que vaya a hacer turismo por la Toscana se anime también a visitarla y mostrar fotos sobre los hitos más relevantes que os podéis encontrar y al final algunas páginas web y vídeos con más y mejor información que la que yo pueda aportaros.



Vista aérea de Lucca.


Si algo tiene Lucca de singular es en primer lugar su muralla y en segundo lugar el anfiteatro o, mejor dicho, la plaza que lo sustituye y que le rinde homenaje conservando la forma original del mismo. Sus estrechas calles hacen que la ciudad tenga bastante sombra en verano, pero a su vez provoca que el invierno resulte algo oscuro; por suerte, cuenta con amplias plazas como San Michele o Napoleone.

La muralla (Le mura) ya hace mucho tiempo que dejó de cumplir su original función defensiva para convertirse en un espacio donde practicar deporte (atletismo y ciclismo), pasear, celebrar distintos eventos y mercados, tomar un helado y casi cualquier cosa que se nos pueda ocurrir y que, además, nos da una perspectiva diferente de la ciudad, que se rige por las diferentes puertas de la muralla (en Lucca ubicas una zona según esté en zona Puerta Elisa, Santa Ana, Santa Maria,...). 


El paseo de la muralla.






La Plaza del Anfiteatro (Piazza del Anfiteatro), conserva en su subsuelo los restos del antiguo anfiteatro romano de Lucca. Pero estos restos no son visibles cuando llegamos a la plaza, ya que se encuentra formada por una serie de viviendas diseñadas con la forma de dicha construcción y pintadas en tonos amarillo pastel. La plaza está llena de restaurantes y tiendas de souvenirs, ya que es uno de los puntos de afluencia turística más importantes.




San Michele in Foro es la iglesia más representativa de la ciudad y está situada en la plaza homónima, separada por una sola calle de la Plaza Napoleón. En este caso, este templo se ubica en el mismo lugar del Foro romano y su construcción data del siglo XI.







Il Duomo (la Catedral) está dedicado a San Martín y también si localiza en la plaza del mismo nombre. Merece mucho la pena visitar su interior.



Imagen de San Martín.





También es reseñable la Chiesa di San Francesco (Iglesia de S. Francisco), que en su momento fue un convento y que se puede visitar por dentro los fines de semana.



Y por supuesto, no se puede dejar de visitar la Basílica de San Frediano, situada en las proximidades de Via Fillungo, la principal calle comercial de la ciudad.



Y como se observa nada más se interna el visitante dentro de la muralla, esta ciudad se caracteriza por sus estrechas calles y amplias plazas, lo que permite la celebración de grandes eventos culturales a lo largo de todo el año.


Estatua de Víctor Manuel II con el Teatro del Giglio al fondo.

Estatua de Elisa Bonaparte, hermana de Napoleón, en la plaza dedicada a su hermano (Piazza Napoleone).


La Torre de Guinigi se ha convertido en uno de los símbolos de Lucca, ya que tiene la singularidad de tener vegetación en la parte superior, además de ser una de las torres más altas de la ciudad.


Vista de Lucca desde la Torre Guinigi.

Parte superior de la Torre Guinigi.




Subiendo a lo alto de la torre.
La otra torre destacada de la ciudad es la Torre de las Horas (Torre delle Ore), también conocida como Torre del Reloj (Torre dell'Orologio) y que también puede ser visitada por los turistas (previo pago).



Otra singularidad de Lucca es su foso (situado en la Via del Fosso a la que da nombre), que entra desde las afueras de la muralla transportando agua para la ciudad. Dentro podemos encontrar bastantes peces, algo que encanta contemplar a los pequeños (y a los no tan pequeños también).



Los que hayáis llegado hasta aquí espero que os hayan gustado las fotos (la mayoría mías y alguna de internet) y que si podéis visitéis Lucca alguna vez mientras tomáis un buen gelato o dais un paseo en bicicleta por su muralla y, por supuesto, sus alrededores y el resto de la región de la Toscana.

Os dejo también algunos vídeos para descubrir Lucca:
Y para más información, podéis visitar la sección sobre turismo del Ayuntamiento de Lucca (Comune di Lucca) en este enlace (en italiano).

23 de mayo de 2014

Preguntas típicas de las familias

Sea por correo electrónico o en la propia entrevista por skype, hay unas cuantas preguntas que suelen ser comunes por parte de la familia a las candidatas a ser su próxima au pair (y otras no tan comunes). Si aún estás en esta fase de búsqueda de familia aquí presento algunas de las preguntas más comunes que suelen hacer a las candidatas (aunque cada familia hará muchas más, dependiendo además de sus propias circunstancias y de lo que busquen):


SOBRE TI MISMO/A

  • ¿Edad?
  • ¿País?
  • ¿Estudios?
  • ¿Formación específica con niños?
  • ¿Experiencia profesional?
  • ¿Cómo se llaman y a qué se dedican tus padres?
  • ¿Tienes hermanos? ¿Edades?
  • ¿Fumas?
  • ¿Consumes bebidas alcohólicas habitualmente?
  • ¿Aficiones?
  • ¿Practicas algún deporte?
  • ¿Tienes alguna alergia o necesidad especial?
  • ¿Comes todo tipo de alimentos?
  • ¿Te gustan los animales? ¿Tienes mascotas?


SOBRE TU EXPERIENCIA CON NIÑOS

  • ¿Has trabajado o estado a cargo de niños?
    • ¿Y como au pair?
    • ¿Rango de edad?
    • ¿Has estado con niños, niñas o ambos sexos?
    • ¿Por cuánto tiempo?
  • ¿Qué juegos conoces?
  • ¿Los cuidarías de x años?

SOBRE TUS HABILIDADES Y CONOCIMIENTOS
==>dependiendo de sus requerimientos, algunas poco probables
  • ¿Sabes cocinar? ¿Qué platos?
  • ¿Qué otras labores de la casa sabes hacer?
  • ¿Tienes permiso de conducir
    • En caso afirmativo: ¿Años de experiencia conduciendo?
  • ¿Sabes nadar?
  • ¿Sabes montar en bicicleta?
  • ¿Sabes montar a caballo?
  • ¿Podrías ayudar a los niños con los deberes?
  • ¿Tienes conocimientos en primeros auxilios? ¿Y cursos en la materia?
  • ¿Qué idiomas hablas? ¿Nivel?
    • ¿Serías capaz de enseñar tu lengua materna u otra lengua a los niños?

SOBRE EL TRABAJO
  • ¿Por qué quieres trabajar como au pair?
    • ¿Por qué en nuestro país?
  • ¿En qué fechas querrías trabajar como au pair?
  • ¿Qué harías si el niño se porta mal?
  • ¿Qué harías si los niños se pelean?
  • ¿Y si se ponen nerviosos?
  • ¿Te ves manejándolos tú solo/a?
  • ¿Sabrías atender a los niños si enfermaran?
  • ¿Estarías dispuesto/a a hacer babysittings?
  • ¿Llevarías bien estar lejos de tu pareja, familia y amigos?
  • ¿Necesitarás alguna fecha libre?
  • ¿Querrás hacer un curso de idiomas durante tu estancia?
Y hasta aquí las preguntas más o menos comunes que te puedes encontrar por parte de las familias que buscan un/a au pair. Espero que hayan servido de orientación a quienes estáis buscando. Si ves que hay alguna pregunta frecuente que no haya escrito arriba coméntala y la añadiré gustosamente (gracias de antemano), para que la lista sea lo más completa posible (ya hace algún tiempo de mis búsquedas y es probable que haya olvidado algunas cosas).

19 de mayo de 2014

Construir una corona reutilizando materiales

Nada como una corona para hacer sentir a los niños como príncipes y princesas por un rato, especialmente si la hacen ellos mismos con la inestimable ayuda de sus padres o, por supuesto, su (querida) au pair.



Para esta sencilla manualidad necesitaremos los siguientes MATERIALES, que todos solemos tener en casa:

  • Cartón (por ejemplo de una caja de cereales).
  • Papel de aluminio o de regalo*.
  • Pegamento.
  • Tijeras.
  • Regla o metro** 


* Para hacer la recubierta yo he optado por papel de regalo, pero podemos decorarlo con papel de aluminio, témperas, pegatinas, ... A gusto de cada uno.
** Una regla o un metro pueden ayudar con las mediciones, pero si no tienes puedes construir la corona igualmente.

 Reunidos los materiales que prácticamente tenemos todos en casa tenemos que seguir los PASOS:

1.  Abrimos y recortamos la caja de modo que nos quede como en la imagen.





2. Recortamos el cartón de lado a lado, con unos 4,5 cm de ancho y de largo un poco más de la circunferencia de la cabeza del niño, y pequeños rectángulos (o triángulos o la forma que prefiramos), que serán los futuros adornos de la corona. 




Yo he elegido varios rectángulos, iguales dos a dos en tamaño creciente y uno más grande central (en la fotografía hay 7, pero finalmente opté por 5).

3. Decoramos los trozos cartón que hemos recortado, en este caso envolviendo todas las piezas con papel de regalo, pegándolas firmemente.



==>Como se indicaba anteriormente, en este paso podemos elegir otras opciones, como envolver los trozos de cartón en papel de aluminio, pintarlos con témperas, poner pegatinas,... Como prefiráis vuestra futura corona.


4. Pegamos ambos extremos de la banda grande que hemos obtenido del segundo paso, teniendo siempre en cuenta la circunferencia de la cabeza del niño.





5. Pegamos todas las piezas de la corona del modo que más nos guste.





6. Dejamos reposar el pegamento hasta que se seque bien... ¡Y lista para usar!





Esta es la primera entrada que escribo sobre manualidades así que espero que os haya gustado y, si os habéis animado, hagáis una corona con vuestros peques. 

Siempre procuraré que todos o casi todos los materiales sean reutilizados de casa para que sean lo más económicas y ecológicas posible; por ejemplo esta corona es completamente reciclable, así que una vez no la queráis, se puede tirar al contenedor de papel y cartón directamente.


16 de mayo de 2014

Curso de inglés en una academia irlandesa

Lo cierto es que este curso no lo realicé mientras trabajaba como au pair, sino en 2008 a través de una beca de idiomas del MEC (los españoles ya me habéis entendido). Se trataba de una beca (actualmente no se convoca) que ayudaba a estudiantes universitarios a hacer un curso de inglés de tres semanas en un país de habla inglesa. En este caso yo me decanté por Irlanda, país al que volvería cuatro años después a trabajar como au pair.

En concreto me fui a la ciudad de Dublín para hacer un curso de 20 horas semanales en una escuela de Grafton Street, en el centro de la capital irlandesa; las clases eran por las mañanas, por lo que a partir de las 13:00 tenía tiempo libre. Era la primera vez que viajaba sola, que iba a un país extranjero y que viajaba en avión. Estupendo para mí y para mi inglés, a base de pasar algún que otro apuro. Eso sí, valió la pena.

Pero sobre todo, en este post os quiero hablar del curso (inglés general), que igualmente se puede hacer en el tiempo libre mientras trabajas como au pair (siempre que tu horario o tus posibilidades de desplazamiento encaje con algún curso). Si ya vives allí no tienes que buscar alojamiento, pero si no es el caso la agencia o la propia academia te ofrecen también la posibilidad de reservar con ellos el alojamiento (con familia o en residencia), la comida puede estar o no incluida (en media pensión o pensión completa).

En mi caso opté por alojamiento con familia, y tuve la suerte de que ni en la casa de la familia que me hospedaba ni en las dos primeras semanas del curso coincidí con hispanohablantes (la  tercera semana ya sí), por lo que no me quedaba más remedio que comunicarme en inglés todo el día. Aunque decir familia tampoco es ser del todo realista: se trataba de un matrimonio formado por un irlandés y una holandesa que hospedaban a otros cinco estudiantes: dos chinas, un suizo, un húngaro y una surcoreana, por lo que había un ambiente bastante internacional en la casa. Y conmigo, pues éramos ocho en total.

Respecto al funcionamiento de estos cursos, llegado por fin el primer día en la academia (que encontré gracias a que el húngaro que se alojaba en la misma casa que yo también estudiaba allí, pero en un nivel más avanzado) te hacen una prueba de nivel escrito y oral para posteriormente colocarte en el grupo que consideren más adecuado para ti. Mi nivel de inglés en aquel momento era flojillo (nivel instituto, mucho estudiarlo y poco o nada hablarlo) y me enviaron a un grupo con el que aprendí bastante, donde la mayoría eran inmigrantes pero también había gente cuyo único propósito para estar en Dublín era aprender inglés. El ambiente era, igual que en la casa, bastante internacional. No recuerdo ya bien a todos, pero recuerdo que había gente de Malasia (los más numerosos), Japón, Italia, Brasil, Hungría y China, y quizás de algún país más que ya no recuerde. La última semana también llegaron dos estudiantes españoles.

De excursión con compañeros de la escuela.
 El funcionamiento de estas clases es evaluarte semanalmente (igualmente, la matrícula es generalmente por semanas), por lo que cada lunes el profesor puede que te envíe a un grupo con un nivel más alto o más bajo. Tampoco tiene una evaluación reglada, con un examen (aunque sí que puede que haya cursos especializados para preparar exámenes oficiales, pero no de la propia academia). Al acabar simplemente se obtiene un certificado de asistencia, donde constan las horas y semanas del curso y que has hecho aprovechamiento del mismo, pero sin ningún valor oficial.

La dinámica sobre todo es de participación de todos los estudiantes (se procura que máximo haya 10-15 por grupo) para mejorar sus habilidades de comprensión oral y escrita, pero también procurando integrar vocabulario y gramática en los ejercicios. Vamos, soltarse sí o sí con el idioma y tener un papel activo continuadamente. Normalmente el profesor es el mismo toda la semana, aunque cada cierto tiempo los cambian; yo las tres semanas solamente tuve como profesora a Marcella.


Con los compañeros de clase.
En mi clase lo primero que hacíamos era leer algún artículo del periódico, debatir sobre él y preguntar todas las dudas hasta haberlo comprendido todos completamente (había que procurar coger el periódico gratuito que repartían en las proximidades de la academia antes de entrar); algo relajado para ir despertando. Luego ya variable según el día, ejercicios sobre gramática y vocabulario y conversación con los compañeros. Había también varios descansos a lo largo de la mañana (menos mal), que igualmente servían para mejorar el inglés, pero en un ambiente más relajado con los compañeros en la calle o la cantina de la escuela, donde también había sala de informática (por suerte para mí, que en aquella época aún no tenía un portátil).

 En cuanto al tema económico, si bien supone una importante cantidad de dinero semanal (unos 200€ al menos), al ser un curso intensivo no resulta (relativamente) caro, ya que son unos 10-15€ la hora (según el caso); es cuestión de aprovecharlo bien. El alojamiento también tiene un coste similar, aunque mucho más variable según localización, comidas y comodidades.

Pero por supuesto, no todo es estudiar, teniendo todas las tardes y fines de semana libres también hay bastante tiempo para hacer turismo, salir y descansar, es cuestión de organizarse bien. Al no haber exámenes en este tipo de cursos lo importante es aplicar lo aprendido en el día a día, ya sea en la casa, donde si trabajas como au pair estarás probablemente viviendo con nativos, como en el tiempo libre, donde para relacionarte, comprar, desplazarte, etc., necesitarás el inglés (u otro idioma si estás en otro país).

12 de mayo de 2014

Los límites del trabajo de au pair

En este blog he hablado de mis experiencias en general, sin referirme a ninguna de las familias con las que trabajé en concreto y no lo voy a hacer ahora, pero sí voy a comentar todas aquellas situaciones, vividas por mí misma o por relatos de otras au pairs que he conocido o leído, sobre aquello que las familias de acogida deberían saber (y aplicarse), porque un/a au pair va a eso, a trabajar de au pair, no de esclava ni de niñera o empleada del hogar (trabajos muy dignos, pero con una remuneración y condiciones laborales bien diferentes) a bajo coste.


  • Un/a au pair trabaja en un horario pactado. Fuera de esas horas (y días) no tiene ninguna obligación de hacer tareas domésticas ni respecto a los críos. 
  • Las tareas que no se hayan pactado antes de la llegada de la (o el) au pair no se pueden exigir después. Una cosa es echar una mano en casa y otra hacerlo todo o casi todo.
  • No solamente el tiempo libre de un/a au pair es para hacer lo que considere oportuno, sino que además (qué cosas) puede ir donde le plazca durante este tiempo, sin ninguna obligación de permanecer en la casa o con la familia.
  • Un/a au pair recibe el dormitorio como parte del pago (no monetario) por su trabajo, por lo tanto es su espacio privado. En su tiempo libre, puede estar con la puerta cerrada o abierta y hacer lo que quiera. Obviamente se puede exigir que la tenga ordenada, pero nada más allá. Y por supuesto, no es un lugar para entrar o salir cuando venga en gana a los demás. (Evidentemente, todo esto en caso de no compartir con los niños el dormitorio)
  • Nadie en la casa tiene derecho a gritar ni insultar o maltratar a la (o el) au pair, no es un/a hijo/a más. Y menos delante de los niños, porque se transmite el ejemplo de que la o el au pair es alguien a quien se puede tratar de cualquier modo y ellos también lo harán.
  • Un/a au pair no conoce las costumbres de la casa desde el minuto uno. Hay que dar por hecho que probablemente cometerá algunos errores, y más al principio. Nadie es perfecto ni nace enseñado. Lo que para unos son costumbres, para otros puede que sean rarezas.
  • Un/a au pair puede que no sepa cocinar al estilo o los platos que se suele comer en la casa, ni las rutinas de la familia. Hay que enseñarle cómo hacerlo para que sea más fácil la adaptación para todos.
  • Un/a au pair no habla el idioma como primera lengua, por lo que a veces habrá que ser paciente con él/ella.
  • No se puede exigir a un/a au pair cosas que no hacen los propios padres respecto a la
    educación de los niños
    . Si se consiente todo a los niños, no se puede pedir que el o la au pair tenga una disciplina más estricta con ellos (por ejemplo, prohibir que el o la au pair dé dulces a los niños y luego llegar y premiarles con caramelos). 
  • Hay que ser puntual en la paga. Un despiste lo tiene cualquiera y no pasa nada, pero no está bien que un/a au pair tenga que ir reclamando el salario.

No sé si algunas de los puntos expuestos anteriormente pueden parecer exagerados a ojos de au pairs y/o familias, pero las he escrito con conocimiento de causa y espero ayudar a evitar abusos por parte de las familias a aquellas personas que tengan en mente o estén actualmente trabajando como au pairs en un país extranjero.



9 de mayo de 2014

Cuidado con las estafas

No es oro todo lo que reluce. Y en internet, por supuesto, esta expresión es bien sabido que nunca está de menos. Ya sea a la hora de buscar alojamiento, comprar cualquier cosa o conocer a alguien por internet siempre implica un riesgo más o menos alto para nosotros y/o, nuestro bolsillo. Y en el mundo de las au pairs, esto no viene siendo una excepción.

Aunque siempre haya filtros en las páginas especializadas para evitar que las que dicen ser familias en búsqueda de au pair no sean otra cosa, debemos estar siempre alerta de que no estamos cayendo en manos de ciberdelincuentes que, por desgracia, abundan en la red. En esta entrada procuraré explicar cómo suelen funcionar las estafas en el tema au pair, aunque seguramente haya más tipos y modos de estafa que desconozca.

La idea fundamental que hay que tener siempre en mente es que las "falsas familias" suelen ser estafadores en busca del dinero de incautos. Por lo tanto, la principal norma que debemos tener en cuenta para evitar este tipo de problemas es, nos digan lo que nos digan, NO ENVIAR DINERO A LAS "FAMILIAS". Puede que os pongan la excusa de que son las tasas para algún contrato, tasas de inmigración, de abogados,... Todo esto es falso; no existe razón para tener que enviar dinero a las familias de acogida (de hecho, serán vuestros empleadores, quienes os deberán pagar y no al contrario).

Obviamente las agencias es otro tema, os cobrarán por su trabajo, esto es, buscaros la familia y demás trámites. De todos modos, si es una agencia que habéis conocido a través de internet (lo mismo diría para cursos de idiomas, agencias de viajes, etc.), siempre conviene asegurarse de que es de fiar (buscar en foros, dónde está su sede,...).

  También merece la pena recordar que si algo parece demasiado bueno para ser cierto es que es falso. Según el país de destino, el dinero de bolsillo es muy variable, pero tened por seguro que nadie os va a pagar grandes cantidades de dinero por cuidar a sus hijos y ayudar en algunas tareas domésticas como au pairs (en la entrada de este mismo blog ¿A qué país me voy? se puede ver lo que normalmente gana una au pair en los principales países de destino). 

Como ya apuntaba en anteriores posts, nunca está de más pedir la dirección de la casa (eso sí, cuando ya estéis a punto de llegar a un acuerdo, no es cuestión de ir pidiendo la dirección a todo el mundo). Tampoco es que esta pista vaya a ser 100% fiable, pero si la dirección os lleva a un descampado o un edificio que no sean viviendas, mal vamos. Y una vez hayáis convenido que irás de au pair con ellos, procura que también te proporcionen su número  telefónico (útil también el día de la llegada ante cualquier imprevisto).

De todos modos, se suele notar cuando los emails son una estafa. Todo idílico, trabajo perfecto en lugar perfecto y que te aceptan fácilmente, prácticamente al primer email (a mí en un caso con tres preguntas simples la "madre" me "había aceptado"), para después ir pidiendo x cantidad de dinero para un abogado o a saber qué trámites. 

Otra de las características que acompañan alguna vez que otra a este tipo de ofertas es el presentarse como Dr., generalmente
escribiendo en un mal inglés; o que se dirijan a ti como querido/a au pair, de un modo totalmente estándar, sin decir tu nombre (en ese caso, una sugerencia es buscar un párrafo y buscarlo en Google, para ver si ha sido enviado a más gente, o buscar la dirección de correo electrónico por internet). Esto sirve para empezar a desconfiar.

También me encontré una vez con un caso extraño (y reitero que una vez, hasta donde sé no es nada frecuente), de que un hombre en Londres en realidad lo que buscaba detrás de su búsqueda de au pair era la búsqueda de una "compañera", por llamarlo de algún modo. En el perfil decía tener una niña, pero resultaba ser una prima lejana que ni siquiera vivía en la casa. Ofrecía como atractivo "vivir la experiencia de Londres". Increíble. Además de estafadores económicos, en la red siempre te puedes encontrar todo tipo de personas. Ni más ni menos que como en la vida misma.

Por supuesto siempre, siempre, siempre (¿queda clara la idea?) hay que hablar con las familias antes de irte con ellas (si estás en el país mejor, pero no suele ser el caso). A poder ser por
skype (nada como verles las caras a los miembros de la familia, ya no solamente por comprobar su veracidad sino por ver si empatizas con ellos) y, de ser imposible, telefónicamente. Si alguien es reacio a hablar por skype y os pone mil y una excusas, es para desconfiar seriamente. ¿Se interesan por ti para que cuides a tus hijos y vivas en su casa pero no quieren verte la cara? ¿Es para dudar o no? 

Con estas ideas espeo haberos ayudado a despejar incógnitas sobre futuras familias de acogida, para desentrañar posibles estafas. Nunca se sabe 100% lo que puede pasar, pero cuanto más seguro se vaya, mejor. De todos modos no es normal que unos padres pasen semanas o meses intentando conocerte y explicarte el trabajo y el entorno a cambio de nada para luego que no haya nada después de ese tiempo que han invertido en contactarte, así que si te has asegurado de que todo está en orden, no debería algún problema...Ya solamente queda preparar el viaje y la maleta con la tranquilidad de que todo irá bien.

==> Si piensas que estás siendo víctima de estafadores en tu búsqueda au pair o quieres saber más, te sugiero que leas la información que hay al respecto en Scam Warners (en inglés)

2 de mayo de 2014

El día a día con L. en Lucca

Aunque en la entrada Mi primera experiencia au pair (Lucca) ya hablé sobre lo que fue mi primer trabajo como au pair en Italia, quiero dedicar la entrada de hoy a lo que se refiere a mi trabajo con la niña, L., de cinco años, edad que cumplió un mes después de mi llegada a su casa (tenía otras tareas, pero no es objetivo de esta entrada relatarlas aquí).

Para empezar, yo era su cuarta au pair así que ella sabía perfectamente a qué vienen las chicas au pair (entre otras cosas, jugar con ella), y la ausencia de otros niños en la casa hacía que diera por hecho que su au pair estaba para ella las 24 horas del día. En fin, mentalidad infantil.


Como era verano no tenía un horario definido claramente; a veces mañanas y a veces tardes, dependiendo un poco de los horarios de sus padres y del campamento al que iba algunas veces.


El principal problema al comienzo fue el idioma, pero más o menos nos entendíamos, como comentaba en otras entradas. En estas edades las conversaciones no son muy sustanciales y siempre vienen a ser lo mismo, es decir, pedir cosas y jugar a más o menos lo mismo día tras día. Y el hecho de apenas conocer el idioma hacía que le prestase mucha más atención cuando me hablaba, ya que necesitaba asegurarme de entender bien y pensar en cómo contestarle. Así que genial para ella.

En cuanto a nuestra rutina...Pues sobre todo le gustaba coger unos cuantos peluches (preferiblemente una familia de pajaritos) y convertirlos en personajes de las historias que creábamos y que se solían repetir a diario. Sobre todo la historia trataba de hermanos que se llevaban mal, o del nacimiento del pajarito pequeño, ya que el muñeco de la madre venía con huevo incluido. Aunque las historias iban más allá y había más personajes: el conejo, el león, los osos... Normalmente L. se asignaba el personaje "bueno e inteligente" mientras que a mi me tocaba interpretar al "ogro", cualquier personaje malvado me venía bien.En fin. Y así podíamos pasar horas.


Esto era ameno un rato, aunque luego las historias se repetían día tras día, y además estábamos en pleno verano con toda la solana entrando por la ventana... Gajes del oficio al fin y al cabo, a los cinco años les encanta hacer lo mismo una y otra vez (juegos, películas, bromas,...) y no se cansan nunca. Eso sí, ideal para aprender italiano.

Luego este juego tenía su versión acuática. Cuando me tocaba hacerle el baño cogíamos otros muñecos, preferentemente de los pitufos. Y adivinad a quién le tocaba siempre el malvado personaje de Gargamel...

Otra cosa que hacíamos a menudo era cantar. Canciones infantiles o lo que fuera (a veces canciones de Rafaella Carrà), el caso era cantar. Y a poder ser bailar. No íbamos a ganar un concurso de canto con toda probabilidad (y lo extraño es que ese verano solamente lloviera ya muy al final), pero me sirvió para aprender canciones en italiano y lo más sorprendente es que L., sin tener ni idea de castellano, solamente con decirle una canción una o dos veces ya sabía repetirla de memoria. Total que ahora ambas sabemos la versión en italiano y castellano de En la granja de Pepito (Nella vecchia fattoria  en italiano).

Sigo la política de no publicar ni fotos ni las identidades de los niños con los que trabajé como au pair, pero he de decir que un día (de los pocos) horrible de viento en Lucca nos pusimos a grabar vídeos de ella cantando e incluso actuando, y decir que L. era una actriz simpatiquísima, hablando con su "novio" por teléfono, hablando de su familia y de mí misma o huyendo de "fantasmas". Muy divertidos todos.

Más allá de los juegos también me encargaba de darle el desayuno (cereales sin leche, que tomaba aparte) y raramente la comida y/o la cena, además de prepararla por la mañana o después del baño. Como buena niñita le encantaba vestirse monísima con vestiditos, a poder ser de fiesta, lo que traía de cabeza cuando en realidad se tenía que poner ropa de andar por casa, lista para ensuciar y arrugar.

Y si algo me estresaba de cabeza era el juego de Lego. No porque no
me guste (me encanta), sino porque su anterior au pair, K., era una verdadera artista en temas relacionados con construcciones y manualidades, mientras que yo pues no soy una artista pero tampoco tan mala (creo, al menos a los niños que tuve después de au pair sí les gustaba lo que construíamos); yo simplemente junto bloques y hago construcciones "normalillas", todo dentro de lo común. Supongo que el problema  era el venir precedida por toda una artista de Legolandia, difícil de igualar. Y es que tener predecesoras hace que los niños hagan sus propias comparativas, a veces para bien y a veces para mal.

También se echaba de menos el que no hubiera algún niño más por la casa y así poder "liberarme" un poco más o hacer cosas más variadas, ya que siendo solamente una todo se adapta a sus gustos y caprichos. 

Y hasta aquí más o menos mi día a día con L., o lo que más recuerdo casi dos años después de haber estado con ella. Espero que vosotros estés teniendo también buenos momentos con "vuestros niños" (y aprendiendo de los malos).